Ingredientes
2 piernas de cochinillo (unos dos kilos)
3 dientes de ajoCilantro (o perejil)
Pimienta blanca
SalAceite de oliva
Manteca de cerdo
1 vaso de agua
1 vaso de vino blanc
Ponemos el horno a calentar a 180 grados. Majamos en un mortero los 3 dientes de ajo, el cilantro o perejil, la pimienta blanca y unos granos de sal. Desleímos con aceite. Con un cuchillo bien afilado, hacemos unos cortes en cuadrícula sobre la piel de las piernas. Las untamos con la manteca y luego con la pasta del majado. Y ahora viene lo importante: para que quede la piel crujiente y, a la vez la carne jugosa y tengamos líquido para lograr una buena salsa, debemos evitar que las piezas toquen directamente el líquido. Para ello, pondremos las piernas sobre la rejilla del horno y ésta, inmediatamente encima de una bandeja amplia donde pondremos el agua y el vino. Damos un último toque de sal a la carne y lo metemos todo al horno con la piel hacia arriba, donde lo dejaremos hacerse dos horas, teniendo cuidado de que en la bandeja inferior siempre haya liquido. Cuando empiece a dorarse, pincharemos la piel. De vez en cuando, regaremos las piernas con un poco de mezcla al 50% e vino y agua. A los 45 minutos les damos la vuelta. Cuando falte media hora, subimos el horno a 200 grados. Cuando falten 15, les damos la vuelta y volvemos a poner la piel hacia arriba para que se tueste bien. Podemos acompañarlas con unas patatas que hayamos cocido con su piel, pelado, cortado en dados y salteado con mantequilla y tomillo. Las podemos servir juntas al centro para ser trinchadas y repartir la carne salseada con los jugos recogidos en la bandeja.
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